Hoy el Bulli da su ultima cena, pero vamos a poder seguir disfrutando de la cocina de Ferran Adrià, aunque sea de una manera diferente. En un sitio tan emblemático como es el Paralelo en la ciudad de Barcelona se encuentra el Tickets Bar, la última apuesta de los hermanos Ferran y Albert Adrià, que además involucraron a los hermanos Iglesias, dueños del restaurante barcelonés Rias de Galicia. Sin duda, es un lugar sorprendente, ya que transmite una serie de conceptos nuevos, tanto en el interiorismo como en la particular forma de servir la comida.



Lo primero fue reunir al que sería El Equipo Creativo, for­mado por Oli­ver Franz Sch­midt (arqui­tecto), Natali Canas del Pozo (arqui­tecta) y Dani Rubio Arauna (dise­ña­dor grá­fico), durante unos meses fre­né­ti­cos, El equipo Crea­tivo par­ti­cipa, junto con los her­ma­nos Adrià e Iglesias, en todos los pro­ce­sos crea­ti­vos en torno a sus nue­vos con­cep­tos gastronómicos.





El Tickets es un espa­cio barroco, infor­mal, colo­rido, cana­lla, for­mado por varias barras, a modo de quios­cos tem­po­ra­les den­tro de una feria. El diseño de cada barra res­ponde a un con­cepto gas­tro­nó­mico con­creto y no busca la uni­dad, sino la dife­ren­cia­ción, la sor­presa, gene­rar una nueva expe­rien­cia en cada nueva visita al res­tau­rante. A su vez, la ima­gen grá­fica es la de una caó­tica obra de tea­tro cuya trama dis­cu­rre en una amal­gama de con­cep­tos, colo­res, per­so­na­jes y letras, a medio camino entre el dadá y el cabaret.

Por un lado tenemos La Pre­su­mida la zona ins­pi­rada en el mar Medi­te­rrá­neo y sus colo­res azu­la­dos, su super­fi­cie ondu­lada, el bri­llo espe­cial de su luz, la Bar­ce­lo­neta, su caos, el fres­cor y color de sus terra­zas.









En el lado opuesto está rela­cio­nada con la ciu­dad de Bar­ce­lona, su albo­roto, su fiesta, el Para­lelo, sus espec­tácu­los, la noche, la feria: El Garatge, con la esté­tica indus­trial de un con­te­ne­dor del puerto de Bar­ce­lona.





Pre­si­diendo la entrada y cono­cida por los de la casa como el galli­nero o El Cama­rote de los Marx, la zona más cana­lla del bar, un faro, un punto de encuen­tro…



El local tam­bién cuenta con otras tres barras, La Estre­lla, cen­tro neu­rál­gico de la bebida; la Nos­tromo 180286, donde se sir­ven los xuxis y la niña bonita, La Dolça, la de las tapas dul­ces. En su perí­me­tro las ventanas-vitrina ofre­cen la cara más cultural del espa­cio, expli­cando tanto a comen­sa­les como a vian­dan­tes la his­to­ria de las tapas, sus luga­res de ori­gen, sus nom­bres, las tapas en el mundo, etc...







Dentro del mismo local, aunque con una entrada independiente, está la Coc­te­le­ría 41º, un espa­cio indus­trial con res­tos de esce­no­gra­fías, mobi­lia­rio y bobi­nas de pelí­cu­las aban­do­na­das en algún anti­guo rodaje. Un espa­cio pre­si­dido por una monu­men­tal barra tipo­grá­fica que aúna arqui­tec­tura, gra­fismo, escul­tura y tec­no­lo­gía indus­trial. Un espa­cio en el que con­tras­tan el frío del blo­que de hielo que se erige en la barra y su reflejo en la cris­ta­lina fachada, con la cali­dez de sus alfom­bras, sus sillo­nes, su ambiente.....
La única manera de poder conseguir una reserva es de manera online y tengo claro que en mi próxima visita a Barcelona no me lo voy a perder.










Imágenes: Pedro Pegenaute
Información: Tickets Bar

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