De vez en cuando te encuentras con una casa o un proyecto que te quita el aliento, como es el caso hoy de esta casa de 1250 m2 en Brooklyn que pertenece a la interiorista y diseñadora de joyas Lindsay Caleo y al también interiorista, ebanista y escultor Fitzhugh Karol. Partiendo de una base blanca, recuperan disintos materiales a los que dan una nueva vida. Así, encontramos que las piezas vintage se mezcla sin esfuerzo con otras piezas contemporáneas que son los que les dan sentido, dando a esta casa un aspecto muy típico de la sencillez clásica escandinava. Prohibido perderse ningún detalle.




















Imágenes Vía: TheSelby

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