Colorista, alegre y mu divertida, así es la casa de la estilista de moda infantil, Anne Millet, quien cambió una vida trepidante en la Ciudad de la Luz por otra en la apacible Clisson, una encantadora villa medieval cercana a Nantes. 
Anne es una virtuosa a la hora de elegir las piezas justas para componer espacios bellos. Y ha conseguido hacer de esta casa, construida en 1890 y abandonada durante años por sus antiguos propietarios, un espacio desbordante de color y alegría, a la medida de sus hijos, plasmando en él todas sus ideas y hallazgos. Por profesión y afición, es una viajera empedernida y una fan de los años 50. Adora rescatar tesoros y piezas vintage de anticuarios y mercadillos en diversos puntos del globo.










Imágenes: Elle Deco

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