Este fin de semana que acaba de terminar, para mi es el fin del verano. Aunque continúe el calor y aun queden días de playa y piscina, todo empieza a volverse un poco mas gris.
Pero lejos de ponerme nostálgica y ñoña quiero celebrar la casi retirada del verano con una espectacular casa en Río, lugar paradisiaco de verano eterno.
El interiorismo es completamente perfecto, ha sido realizado por el arquitecto brasileño André Piva, se trata de su casa, creo que han sido predeterminados por los maravillosos alrededores. Enormes ventanales a lo largo del perímetro de la casa se abren a una magnífica vista de Río de Janeiro, a la amplia bahía y la montaña del Corcovado.
En el interior, se han utilizado, piedra, vidrio y hierro. Cuero y madera añaden calidez al interior. La pasión Andrés Piva por las sillas es obvia, hay un montón de ellas en la casa. Los colores predominantes son los de blancos y negros que se ve reforzada por el contrario manchas de color en el mobiliario y por los cuadros, verdaderos protagonistas en muchas estancias.
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