Magníficamente situado a diez minutos de Centre Pompidou, del Museo del Louvre o de Notre Dame, en el barrio parisino de Marais, se encuentra este hotel. Su recepción ocupa una antigua panadería que se remonta al siglo XVI y donde se dice que compraba el pan Víctor Hugo. Su fachada que ocupa este edificio es de 1900 y esta declarada monumento histórico.









Entrar en el Hotel du Petit Moulin, es como entrar en un cuento ya que en sus habitaciones se respira sobre todo fantasía. El encargado del interiorismo ha sido nada mas y nada menos que el diseñador Christian Lacroix, una vez mas la decoración y la moda se cruzan por el camino.







En este edificio predominan la mezcla de materiales en todos los rincones. Telas con grandes estampados florales, moquetas moteadas y esbozos del diseñador reproducidos en las paredes, forman parte dela decoración de este peculiar hotel. Una mezcla de detalles de diseño, como las sillas de Arne Jacobsen, y las excentricidades de la alta costura.







Lo mas bonito de este hotel, es que cada una de las 17 habitaciones tiene un tema único, la fusión de telas exuberantes como terciopelo y tafetán con muebles de los años 60 y los detalles arquitectónicos del siglo XVII, una mezcla totalmente explosiva.





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